jueves, 18 de octubre de 2007

Una visión psicogenealógica de la pareja: "la pareja como terapia"


El punto de arranque del artículo de hoy es una noticia de actualidad…

Con el título de «El divorcio que nos une» la terapeuta y orientadora familiar afincada en Elche, Cecilia Martí, y la profesora barcelonesa Eva Bach, acaban de publicar un libro que pretende ofrecer herramientas para hacer menos dolorosa la ruptura matrimonial. «No hay culpables, pero sí que es verdad que se pasa un periodo de duelo que la sociedad no tiene por qué conocer», explica Martí.
En su opinión, muchas de las rupturas responden a la falta de un proyecto común. «Antiguamente, no había un proyecto de pareja pero sí una norma implícita: hasta que la muerte nos separe. Ahora, la gente dice que hasta que la falta de amor nos separe. No se sabe cómo resolver la falta de comunicación. Son jóvenes y ya lo han hecho todo. Tienen una casa, un niño y tienen ganas de tener otra ilusión».
La ruptura siempre resulta dolorosa, pero la experiencia profesional le permite afirmar a Cecilia Martí que hay formas de afrontar el conflicto y el futuro de una forma menos traumática como demuestran algunas parejas jóvenes. «Hay una forma de despedirse desde el amor, de dar gracias por los años y por los hijos que se han tenido juntos Martí reconoce que la visión de las autores puede considerar como ilusa. «Es cierto. Tenemos esperanzas en que las personas puedan cambiar porque lo notamos en la gente más joven, que es capaz de conocer a otra persona y seguir sentándose a hablar de los hijos».

Dicen Marianne y Jodorowsky que “la pareja es una “terapia”…entrar en pareja es entrar en terapia

Cuando se encuentran dos personas y deciden formar una pareja, cada una llega con sus neurosis, con sus respectivos árboles genealógicos a cuestas. Se encuentran dos personas que pueden ser diferentes en todo: en edad, inteligencia, altura,… incluso en sus respectivos niveles de consciencia
Desde que nacemos tratamos de expandir continuamente nuestro nivel de consciencia. Las enfermedades son cristalizaciones de niveles de consciencia que no cambian. Las enfermedades genéticas son “abrigos” que nos han puesto y que vienen del árbol

Sin ejercer de terapeutas de nuestra pareja, ni tratando de ser su maestro. Con una paciencia infinita hacemos que nuestra pareja “expanda su nivel de consciencia” elevando la nuestra.
Si un miembro de la pareja adelgaza mucho, por simbiosis el otro empieza a perder quilos. Cambian los hábitos alimenticios, primero uno y después el otro. “Toda pareja acaba andando junta, en sintonía, al mismo paso.”
La gran mentira es la que nos decimos: por tu culpa yo no puedo cambiar. Lo único que podemos cambiar es a nosotros mismos

Observemos ahora algunas de las metas posibles en una pareja:

La pareja puede tener una meta común…Los dos miran hacia el futuro (o el pasado) y centran sus esfuerzos en alcanzar una meta común

O metas paralelas…No es la misma meta, pero se mueven en paralelo, siempre a la misma distancia. Mirando hacia el futuro o el pasado

O metas divergentes…
A medida que transcurre la vida, sus caminos se van alejando. Pero deberán de vivirlo con valentía.

Incluso las tres al mismo tiempo. Tenemos que ser capaces de vivir nuestras metas respectivas, ayudándonos en lo posible, de forma valiente. No vale la pena estar viviendo en conflicto, es preferible separarse si las metas chocan con violencia

Las metas divergentes opuestas, nos apoyamos espalda con espalda. Cada uno tiene su meta pero no interfiere ni bloquea la del otro. Incluso pueden ayudarse

Si uno mira hacia el pasado y el otro hacia el futuro, resultará difícil conciliar las metas…

En próximos artículos trataré de ampliar los contenidos de este tema tan importante

1 comentario:

Estrella dijo...

Un comentario para agradecer este fabuloso artículo y, después de leer el libro del que habla en su comienzo, me gustaría plasmar aquí una de las perlas que de él se extraen:

Hay cuatro niveles de amor según Hellinger:

PRIMER NIVEL: AMOR A PRIMERA VISTA

“Me mueves mucho, pero te veo poco”

Es la etapa del enamoramiento, del amor ciego.

Es el amor más íntimo que hay, pero no dura siempre.

SEGUNDO NIVEL: AMOR A SEGUNDA VISTA

“Me mueves menos, pero te veo más”

Superada la etapa del enamoramiento, vemos al otro tal y como es y nos quedamos a su lado.

Da comienzo la relación.

TERCER NIVEL: AMOR A TERCERA VISTA

“Te veo a ti y veo lo que te mueve (tus padres, tus raíces, tu pasado, tu futuro, tu destino…)”

Me quedo a tu lado, con todo lo mío que me mueve, para cumplir mi destino junto a ti.

Es la etapa del compromiso.

CUARTO NIVEL: AMOR

“Te quiero a ti y a lo que te mueve, aunque aquello te aleje de mi”

Supone contemplar la posibilidad de la despedida y, llegado el caso, dejar marchar dando las gracias.

Ambos se sienten libres para comenzar algo nuevo.

Una despedida con agradecimiento hace posible mirar la vida con fuerza, ilusión y esperanza.

Lo que nació del amor, se puede cerrar desde el amor.

Un saludo.