viernes, 5 de octubre de 2007

Los "cuatro egos" y su relación con los cuatro palos de la baraja

Una noticia:

El Tribunal Europeo de Justicia impide a la empresa vitoriana registrar como marcas propias tres figuras de la baraja

En ocasiones como esta, una noticia permite explicar las relaciones que se establecen entre un juego de cartas y los cuatro egos ya comentados en otras ocasiones.
Empecemos señalando que todo juego es una descripción del mundo, según comenta Marianne Costa. Añade Jodorowsky que los cuatro palos de la baraja representan cuatro energías del ser humano, distintas pero necesarias todas ellas, unidas por la misma consciencia.

Veamos que dice la noticia:

Para mucha gente Vitoria es la capital del azar, el entretenimiento o las dos cosas por obra y gracia de Heraclio Fournier, la empresa de barajas fundada por un burgalés hace 139 años en la capital alavesa con una rudimentaria piedra litográfica.

El Tribunal de la UE confirmó ayer que Heraclio Fournier no puede apropiarse en exclusividad, como símbolos propios, de las figuras del rey y el as de espadas y del caballo de bastos, porque son "símbolos descriptivos que deben estar a disposición de todos".

Detengámonos un momento en este punto, recordemos el significado de esos palos. La espada representa la energía intelectual, símbolo tradicional de la palabra, arma que se trabaja y se afila, como se agudiza la inteligencia. El basto en cambio crece de forma natural, no se fabrica. Representa la fuerza de la naturaleza que crece, la potencia creativa y sexual.

Voy a tratar de ser útil, usaré el método de Jodorowsky para interpretar esos símbolos de los que “Heraclio Fournier” pretendía apropiarse. Con el As de Espadas todos los pensamientos son posibles, lo que pensamos se convierte en realidad. El Rey de Espadas puede promulgar decretos capaces de cambiar el mundo. Los Caballos son símbolos de comunicación, de transmisión y unificación. El caballo de bastos ya ha superado su símbolo y mira en dirección a las espadas, al intelecto.

El contencioso se remonta a 1996, cuando Fournier (con sede en Alava) solicitó a la Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI) patentar las tres cartas para convertirlas en marca de la casa. La OAMI accedió a esta petición en 1999, pero en 2002 tuvo que rectificar, pues la firma francesa France Cartes exigió la anulación de la patente.

En realidad los tres símbolos están relacionados con el intelecto, tal vez con la propiedad intelectual de la que pretendían apropiarse.
Espadas y bastos nos hablan de la parte activa, mientras que las copas y los oros se conectan con la parte receptiva.

Fournier siguió entonces con la batalla legal y recurrió la decisión ante el Tribunal de Primera Instancia, que mantuvo el mismo argumento y falló en 2005 a favor de la sociedad francesa. Fournier apeló ante el Tribunal de Justicia de la UE, que ahora ratifica totalmente la sentencia.
Según esta magistratura, Fournier no puede hacer sólo suyos el rey de espadas, una espada y el caballo de bastos, porque "para el destinatario, el consumidor medio español, los diseños referidos al caballo y al rey designan de manera directa a dos naipes. Y por lo que se refiere a la marca figurativa que representa una espada, el público percibe que este signo hace alusión a uno de los palos de la baraja".

Además, se añade que "toda empresa que fabrica y comercializa naipes españoles utiliza necesariamente la espada" para identificar las cartas de este palo.

En palabras de Jodorowsky, todo símbolo tiene mil interpretaciones, pero debemos concederle en cada caso la mejor de las interpretaciones posibles. Tal como interpretemos un símbolo, así nos afectará.

Para terminar, añadiré que las copas se relacionan con la vida emocional, con los sentimientos. Y por último los oros están conectados, como hemos comentado en otros artículos, con la vida corporal y las necesidades.

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